Descubrimiento de Frisos Renacentistas en el Palacio Episcopal de Tarazona
En el transcurso de los trabajos de restauración de la cúpula del Palacio Episcopal de Tarazona, una auténtica joya del Renacimiento español, los expertos han desvelado un hallazgo sorprendente: dos frisos renacentistas que habían permanecido ocultos durante siglos. Estos frisos, que datan del siglo XVI, se encontraban escondidos bajo múltiples capas de cal.
Las pinturas descubiertas poseen una calidad artística que puede compararse con la fachada del Ayuntamiento y la Catedral de la ciudad, conocida como «la Capilla Sixtina del Renacimiento español». Estas obras revelan un programa iconográfico que exalta la figura divina del emperador Carlos V.
Este hallazgo inesperado se produjo durante los trabajos de restauración llevados a cabo por la Fundación Tarazona Monumental. Los restauradores, al descubrir estos frisos renacentistas, han reforzado el valor patrimonial del conjunto arquitectónico, que ahora se equipara en importancia a la Catedral de Tarazona dentro del contexto del Renacimiento español.
Detalles de los Frisos Descubiertos
El primero de los frisos es de carácter decorativo y está ejecutado en grisalla. Ubicado en la base de la linterna, presenta representaciones monocromas de estilo ilusionista, similares a las que se pueden observar en la portada de la Capilla de la Purificación de Santa María de la Huerta.
El segundo friso, de gran valor histórico, proporciona información crucial para contextualizar la obra en su conjunto. Localizado en el tambor de la cúpula, contiene inscripciones en pan de oro sobre fondo azul. Según el historiador Jesús Criado Mainar, estas inscripciones corresponden a un fragmento del Génesis (28, 12-13 y 16), que dice: “Vio Jacob una escalera cuya cima tocaba el cielo, por la que descendían ángeles. Y dijo: verdaderamente este lugar […]. Año 1551”.
Aunque la frase se conserva de forma incompleta, ofrece una clave interpretativa sobre la función simbólica de la cúpula, situada sobre la escalera noble del palacio. Según el restaurador Miguel Ángel Agoiz, “refuerza la idea de la escalera como vía de ascenso entre el mundo terrenal y el divino, articulando arquitectura, teología y monarquía con una clara intención propagandística en torno a la figura del emperador Carlos V”.
Contexto Arquitectónico e Histórico
La escalera noble fue construida por el maestro alarife Juan de León el Viejo entre 1549 y 1552, siguiendo una innovadora corriente arquitectónica que otorgaba protagonismo a los espacios de tránsito. Sobre ella se eleva un tambor dodecagonal y una cúpula semiesférica culminada por una linterna, cuyas decoraciones, atribuidas al artista Alonso González, fueron encargadas por el obispo Juan González de Munébrega.
Junto a los retratos de Carlos V y su hijo Felipe II, aparece también el del obispo, combinando así los planos dinástico y religioso. A estos se suman seis esculturas mitológicas: tres representan a las amantes de Júpiter y las otras tres a distintas virtudes, sostenidas por figuras antropomorfas grotescas. Según Julio Zaldívar, gerente de la Fundación Tarazona Monumental, “es una alegoría del poder y la legitimidad divina del monarca. Carlos V, próximo a su abdicación, buscaba consolidar su imagen como rey elegido por los dioses, vinculándose al propio Júpiter”.
Restauración Integral del Palacio Episcopal
Los trabajos de restauración integral del Palacio Episcopal, que se han extendido durante nueve meses, han permitido consolidar una estructura afectada por el paso del tiempo y por intervenciones anteriores. Se han sellado grietas estructurales, limpiado yeserías y esculturas, y reintegrado cromáticamente las pinturas murales. “La cúpula recobra ahora su esplendor artístico y su valor simbólico y narrativo, que habían permanecido distorsionados durante siglos”, añade Zaldívar.
El Palacio Episcopal, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Aragón en 2020, es uno de los emblemas arquitectónicos más singulares de Tarazona, con su fachada volada y su célebre Salón de Obispos. De origen musulmán, fue zuda y más tarde residencia de los obispos turiasonenses desde el siglo XIV.
La Fundación Tarazona Monumental ya está preparando la restauración del conocido como “Nuevo Salón de Obispos”, una estancia del siglo XV que esconde nuevos elementos decorativos bajo sus muros.




