Los Orígenes de la Jota: Un Enigma Cultural
Los orígenes de la jota continúan siendo un enigma sin resolver. Este canto y baile es un símbolo distintivo de la identidad cultural de Aragón, aunque su procedencia exacta sigue siendo objeto de debate y especulación.
Existen diversas teorías sobre su origen. Algunos investigadores sugieren que la jota podría tener sus raíces en antiguas danzas griegas. Otros la asocian con melodías celtas o cantos godos. También hay quienes defienden que su origen es árabe, mientras que otros la vinculan con melodías italianas, como El Carnaval de Venecia, debido a similitudes en su estructura musical.
La Leyenda Aragonesa de Aben Jot
Entre las diversas hipótesis, destaca una leyenda aragonesa que ofrece una narrativa romántica y única. Según esta versión, la jota habría surgido en Calatayud gracias a un músico musulmán llamado Aben Jot, quien fue desterrado de Valencia en el siglo XII.
El historiador Agustín Ubieto Arteta documenta esta leyenda en su obra Leyendas para una historia paralela del Aragón medieval, publicada por la Institución “Fernando el Católico” de la Diputación de Zaragoza. Su relato se basa en fuentes antiguas recopiladas por Antonio Beltrán y en coplas populares del siglo XIX.
El Destierro y la Difusión de la Jota
De acuerdo con la leyenda, Muley Tarec, gobernador de Valencia, desterró a Aben Jot por razones políticas. Tras recorrer varios territorios musulmanes, Aben Jot se estableció en Calatayud, donde introdujo una música desconocida: un himno de ritmo animado, apto tanto para el canto como para el baile.
La leyenda narra que este canto cautivó a los habitantes de Calatayud, quienes lo adoptaron y adaptaron, convirtiéndolo en una expresión popular propia. Así nació la «jota», el canto del desterrado Aben Jot, que con el tiempo se expandió por todo Aragón, convirtiéndose en un emblema musical de la región.
El relato también menciona que Blas Ubide, en 1880, compuso coplas que aludían a este origen mítico, las cuales fueron interpretadas por un orfeón bilbilitano en Valencia:
“La jota se llama jota
porque la inventó Aben Jot,
cuando de Valencia vino
desterrado p’Aragón.”
Existe otra versión más extensa:
“La jota nació morisca
y después se hizo cristiana,
y cristiana ha de morir
la jota bilbilitana.”
El Eco de Aben Jot en Borja
Otra variante de la leyenda, también citada por Ubieto, sitúa los eventos en el siglo XIV. En esta versión, un viajero llamado igualmente Aben Jot se asentó en Rivas, cerca de Borja, a orillas del Huecha.
Allí, tras años de rivalidades entre pueblos vecinos, compuso coplas que asombraron a los lugareños. Estas canciones fueron tan apreciadas que los habitantes de Rivas las interpretaron ante el rey Pedro IV el Ceremonioso durante su visita a Borja.
Una Historia Envuelta en Mito
A pesar de la popularidad de estas narrativas, ningún musicólogo ha podido confirmar un origen árabe para la jota. Los especialistas coinciden en que la jota actual es el resultado de una evolución compleja de danzas populares de origen medieval. Sin embargo, el mito de Aben Jot mantiene su atractivo: un músico errante cuya melodía habría sembrado en el corazón del Jalón la semilla del canto más emblemático de Aragón.
Independientemente de su veracidad histórica, esta historia ilustra la rica mezcla de culturas que caracterizó al Aragón medieval.




