El Debate Ferroviario en Aragón: Un Análisis de la Situación Actual
El tema de la vertebración ferroviaria en Aragón ha vuelto a ser el centro de atención, especialmente tras las recientes declaraciones del ministro de Transportes y Movilidad Urbana, Óscar Puente. Durante una sesión en el Congreso, Puente cerró la puerta a la posibilidad de ampliar el servicio de Cercanías en la comunidad autónoma, incluyendo la línea Zaragoza–Huesca. Según el ministro, el informe de viabilidad es categóricamente «negativo» y la demanda prevista se considera «bajísima».
Reacciones y Consecuencias de la Decisión
En respuesta a esta decisión, el diputado de Chunta Aragonesista (CHA), Jorge Pueyo, instó al ministro a cumplir con la proposición no de ley que busca extender el servicio de Cercanías, mejorar las frecuencias, el material rodante y las instalaciones. Sin embargo, Puente fue claro al afirmar: “No vamos a saltarnos los informes técnicos”.
La decisión también afecta a los planes de extender las conexiones metropolitanas hacia el eje del Huerva, que incluye localidades como Cuarte, Cadrete y María de Huerva. Las opciones consideradas eran una nueva línea de Cercanías o la posibilidad de bifurcar la L1 del tranvía a su llegada a Valdespartera para continuar hacia el sur.
Críticas desde Huesca
Desde Huesca, la reacción ha sido contundente. Pedro Camarero, portavoz de la plataforma Huesca Suena, calificó la decisión como una «decisión política nefasta». Camarero cuestionó la base del dictamen, señalando que el informe técnico se basa en una demanda actual inexistente debido a la falta de servicio. Según él, una red de Cercanías podría estructurar el área metropolitana Zaragoza–Huesca y reducir el tráfico en carretera.
La plataforma Huesca Suena argumenta que existen flujos diarios significativos entre Zaragoza y Huesca, con aproximadamente 5.000 vehículos diarios en el corredor y 3.000 desplazamientos laborales, en su mayoría en coche particular. Como ejemplo, citan a Sant Cugat del Vallès, un municipio cercano a Barcelona que duplicó su población gracias a una oferta ferroviaria competitiva.
Declaraciones de Jorge Pueyo (CHA)
Durante la sesión de control, Jorge Pueyo criticó al ministro por la falta de avances tras la proposición no de ley, que no es vinculante, pero que instaba a mejorar la línea C1 Casetas–Miraflores, corregir el deterioro de estaciones y estudiar en 2024 la extensión del servicio a localidades como Huesca, Gallur, Quinto, Cariñena y Calatayud.
Pueyo subrayó que “La cuarta ciudad del Estado no tiene un Cercanías en condiciones”. Destacó que los 66 kilómetros entre Zaragoza y Huesca representan un eje con municipios en crecimiento y un foco industrial, agroalimentario, tecnológico y logístico. Según él, esta línea podría retirar miles de coches y mejorar la vida de los ciudadanos.
Respuesta del Ministro Puente
El ministro Puente respondió enfocándose en la línea C1 actual de Zaragoza, describiéndola como la menos utilizada de España. Reiteró que no habrá nuevas líneas si los técnicos no avalan su viabilidad y demanda.
Alternativas de Transporte: Tranvía y Cercanías por el Corredor del Huerva
La opción de una vía metropolitana mediante tranvía tampoco cuenta con un compromiso de desarrollo en la actualidad. Diversos actores políticos y sociales han propuesto estudiar una bifurcación de la L1 en Valdespartera para que algunos tranvías prolonguen su recorrido por el eje del Huerva, conectando Cuarte, Cadrete y María. Los defensores de esta idea argumentan que respondería a un crecimiento demográfico evidente y a patrones de movilidad diaria hacia Zaragoza. Sin embargo, no hay luz verde ni calendario definido para este proyecto.
En el cruce entre la prudencia técnica y la ambición territorial, el futuro del Cercanías aragonés sigue en espera. Por ahora, no habrá nueva línea entre Zaragoza y Huesca ni una expansión metropolitana hacia el Huerva. La discusión se traslada a los presupuestos, los estudios y la presión social por una movilidad más competitiva que no deje de lado las necesidades de Aragón.




